Clemente María Hofbauer nació el 26 de diciembre de 1571 en Tasovice, cerca de Znojmo (en la actual República Checa), y fue bautizado con el nombre de Juan. Tuvo once hermanos y una infancia difícil. Primero, Juan vivió los duros años de la Guerra de los Siete Años y, antes de que ésta terminase, perdió a su padre en 1758. Este hecho dejó viuda a una mujer embarazada con once niños. Ese mismo día, su madre llevó a Juan ante la imagen del crucificado y dijo: “mi niño, desde ahora éste será tu padre”.
Clemente, con 16 años, decidió entrar de aprendiz en la panadería Dobsch, en Znojmo. Tras su etapa de aprendizaje, consiguió trabajo en la panadería del convento premonstratense de Louka en Znojmo. El abad del convento le permitió asistir a la escuela conventual al mismo tiempo. Su deseo de hacerse sacerdote crecía cada vez más en él. Para poder asistir a una escuela superior, tenía que mudarse a otro lugar. Pero él no se lo podía permitir.
Al año siguiente, Juan Hofbauer se fue a recorrer el mundo. Empezó probando como eremita cerca de Znojmo, en Tívoli, cerca de Roma, donde adoptó el nombre de Clemente. Durante esa etapa trabajó de nuevo como panadero, hasta que, finalmente, gracias a la ayuda de tres mecenas, pudo hacer realidad su sueño: estudiar teología en Viena. Sin embargo, la forma en la que se enseñaba teología en Viena no le gustaba. En el año 1784, Clemens María Hofbauer peregrinó con su amigo Tadeo Hübl de nuevo a Roma…
Solicitaron la admisión en la comunidad de San Giuliano de Roma, en la todavía joven Orden de los Redentoristas fundada por Alfonso María Liguori. En 1785 tomaron los votos como los primeros redentoristas no italianos y ese mismo año fueron ordenados sacerdotes. La Orden envió a los dos nuevos sacerdotes de vuelta a Austria. Dada su condición de religiosos, no pudieron establecerse allí, de forma que se mudaron a Varsovia. Desde 1787 hasta 1808 trabajaron en San Benón. Construyeron un orfanato y una escuela, y se ocuparon del cuidado pastoral.
La escuela para niños pobres alcanzó pronto de 400 a 500 niños y niñas alemanes, polacos y rusos, y era también accesible para los no católicos. La única condición para admitirlos era que fueran pobres. Para los alumnos más aventajados erigieron una escuela de latín, una escuela profesional para aprendices y una escuela de trabajos manuales para niñas. El orfanato hospedó de forma permanente entre 40 y 60 niños.
Otro de sus puntos fuertes fue la famosa misión perpetua. En contra de las prescripciones oficiales, celebraban diariamente en su iglesia misas solemnes y predicaban diariamente en varias lenguas.
En 181, Clemens María Hofbauer fue expulsado de Varsovia a causa de los enfrentamientos políticos y fue trasladado de nuevo a Viena. Al principio le permitieron sólo trabajar como coadjutor en la iglesia de los Frailes Menores. En 1813, el obispo lo nombró rector de la iglesia de Santa Úrsula de Viena. Allí se encargó del cuidado pastoral de personas de toda condición social y profesional. En contra de muchas prescripciones oficiales, siguió celebrando misas solemnes, predicó y oyó confesión. Fue a los pobres y a los enfermos y les llevó alimento y consuelo. Siempre tenía tiempo y sus puertas abiertas para los jóvenes. Clemente murió el 15 de marzo de 1820 a los 69 años de edad.
1888: Beatificación del Papa Pío IX.
1909: Canonización del Papa Pío X
1914: Patrona de Viena